Con el objetivo de fomentar las relaciones familiares y favorecer la comunicación emocional entre padres e hijos, surge esta iniciativa, donde los padres por un lado y los hijos por otro, responden a una batería de preguntas personales. Tras el resultado final, se crea un espacio afectivo óptimo para compartir emociones positivas.
Dirigido a alumnos de 4ºESO, la iniciativa les ha permitido reflexionar sobre sus propias emociones y adquirir un conocimiento mutuo más profundo entre padres e hijos.